cap. 28. Leucoencefalopatía Multifocal Progresiva
Autores:
Ricardo Antonio Giuliani
Eleno Martínez Aquino
El Virus John Cunningham ( JCV) provoca Leucoencefalopatía Multifocal Progresiva (MPL) en pacientes con SIDA o imunosuprimidos por Transplante u otras patologías (1).
El JCV es un poliomavirus humano, anteriormente conocido como papovavirus, genéticamente parecido a los virus BK y SV40 (2).
El 90% de los humanos adquiere el JVC durante la infancia o la adolescencia y se encuentra en el mundo entero en los desagües sanitarios de las ciudades (3).
El sitio original de la infección puede ser amigdalas o aparato digestivo.
Puede permanecer allí en estado latente o colonizar también epitelio renal, donde se reproduce y elimina partículas virales a la orina. JCV cruza la Barrera Hemato Encefálica (BHE) e infecta a Oligodendrocitos y Astrocitos y se encuentra también en personas asintomáticas (4).
Este virus se reactiva en pacientes inmunosuprimidos por SIDA o drogas inhibidoras de la inmunidad. Pueden provocar cistitis hemorrágica y estenosis uretral.
En Sistema Nervioso Central afectan a Oligodendrocitos y ocasionan PML (5).
No se sabe porqué la enfermedad PML ocurre en 2-5% de los pacientes con SIDA y es mucho menos común entre pacientes con inmunosupresión farmacológica.
Pero la amenaza de PML está presente en todo paciente que reciba algún tipo de inmunosupresor como Rituximab, Mofetil Micofenolato, Micofenolato Sódico u Otros. Por eso, las empresas que comercializan drogas inmunosupresoras y los organismos sanitarios de control de medicamentos, están preocupados por este tema.
Clínica de PML
Se trata de una enfermedad desmielinizante que provoca debilidad, parálisis, pérdida de visión, dificultad para hablar y déficit cognitivo. Es un trastorno parecido a la Esclerosis Múltiple pero en el caso de PML son destruidas las células que producen mielina y la enfermedad progresa más rápidamente porque no es posible reparar el daño de la substancia blanca. Muchos de los pacientes mueren dentro de los primeros meses del comienzo de los síntomas. Para diagnosticar PML es preciso demostrar la presencia del DNA de JCV en Líquido Cefalo Raquídeo o en la Biopsia de Cerebro. Mediante Resonancia Nuclear Magnética de Cerebro se pueden encontrar imágenes altamente sugestivas de esta entidad (6).
En algunos casos los síntomas remiten con la suspensión o disminución de la terapéutica inmunosupresora. Por otra parte, el advenimiento de la Terapia Antiretroviral de Gran Intensidad (HAART) en SIDA ha permitido prolongar la sobre vida de los enfermos con PML (7).
Por otra parte, los pacientes con SIDA pueden padecer un síndrome inflamatorio provocado por la reconstitución del sistema inmune (IRIS), que consiste en el incremento del daño provocado por eventos infecciosos. El desarrollo de IRIS en el contexto de PML puede resultar fatal en pacientes con SIDA (8,9).
REFERENCIAS
1. Padgett BL, Walker DL, Zu Rhein GM et al. (1971) “Cultivation of papova-like virus from human brain with progressive multifocal leucoencephalopathy.” Lancet. 1:1257-1260.
2. White FA, Ishaq M, Stoner GL, Frisque RJ (1992). “JC virus DNA is present in many human brain samples from patients without progressive multifocal leukoencephalopathy”. J. Virol. 66 (10): 5726-5734.
3. Ricciardiello L, Laghi L, Ramamirtham P. et al (2000). “JC virus DNA sequences are frequently present in the human upper and lower gastrointestinal tract”. Gastroenterology 119 (5): 1228-1235.
4. Wyen C, Hoffmann C, Schmeisser N, et al. (2004) Progressive multifocal leukoencephalopathy in patients on highly active antiretroviral therapy: survival and risk factors of death. J Acquir Immune Defic Syndr. 37:1263-1268.
5. Berger JR (2003). “Progressive multifocal leukoencephalopathy in acquired immunodeficiency syndrome: explaining the high incidence and disproportionate frequency of the illness relative to other immunosuppressive conditions”. J. Neurovirol. 9 Suppl 1: 38–41.
6. Koralnik IJ. (2006) Progressive multifocal leukoencephalopathy revisited: has the disease outgrown its name? Ann Neurol. 60:162-173.
7. Wyen C, Hoffmann C, Schmeisser N et al (2004) Progressive multifocal leukencephalopathy in patients on highly active antiretroviral therapy: survival and risk factors of death. Journal of Acquired Immune Deficiency Syndrome 37, 1263-1268.
8. Vendrely A, Bienvenu B, Gasnault J et al (2005). “Fulminant inflammatory leukoencephalopathy associated with HAART-induced immune restoration in AIDS-related progressive multifocal leukoencephalopathy”. Acta Neuropathol. 109 (4): 449–55. L eucoencefalopat í a Multifocal P rogresiva
9. Riedel DJ, Pardo CA, McArthur J, Nath A. Therapy insight: CNS manifestations of HIV-associated immune reconstitution inflammatory syndrome. Nat Clin Pract Neurol. 2006;2:557-565.
*capitulo extraído del libro: El Sistema Inmune: Genética, Biología Molecular, Clínica, Farmacología / Autores: Ricardo Antonio Giuliani y Eleno Martínez Aquino - 1a. Ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Eritroferon S.R.L., 2011.
ISBN 978-987-27121-0-5
Ricardo Antonio Giuliani
Eleno Martínez Aquino
El Virus John Cunningham ( JCV) provoca Leucoencefalopatía Multifocal Progresiva (MPL) en pacientes con SIDA o imunosuprimidos por Transplante u otras patologías (1).
El JCV es un poliomavirus humano, anteriormente conocido como papovavirus, genéticamente parecido a los virus BK y SV40 (2).
El 90% de los humanos adquiere el JVC durante la infancia o la adolescencia y se encuentra en el mundo entero en los desagües sanitarios de las ciudades (3).
El sitio original de la infección puede ser amigdalas o aparato digestivo.
Puede permanecer allí en estado latente o colonizar también epitelio renal, donde se reproduce y elimina partículas virales a la orina. JCV cruza la Barrera Hemato Encefálica (BHE) e infecta a Oligodendrocitos y Astrocitos y se encuentra también en personas asintomáticas (4).
Este virus se reactiva en pacientes inmunosuprimidos por SIDA o drogas inhibidoras de la inmunidad. Pueden provocar cistitis hemorrágica y estenosis uretral.
En Sistema Nervioso Central afectan a Oligodendrocitos y ocasionan PML (5).
No se sabe porqué la enfermedad PML ocurre en 2-5% de los pacientes con SIDA y es mucho menos común entre pacientes con inmunosupresión farmacológica.
Pero la amenaza de PML está presente en todo paciente que reciba algún tipo de inmunosupresor como Rituximab, Mofetil Micofenolato, Micofenolato Sódico u Otros. Por eso, las empresas que comercializan drogas inmunosupresoras y los organismos sanitarios de control de medicamentos, están preocupados por este tema.
Clínica de PML
Se trata de una enfermedad desmielinizante que provoca debilidad, parálisis, pérdida de visión, dificultad para hablar y déficit cognitivo. Es un trastorno parecido a la Esclerosis Múltiple pero en el caso de PML son destruidas las células que producen mielina y la enfermedad progresa más rápidamente porque no es posible reparar el daño de la substancia blanca. Muchos de los pacientes mueren dentro de los primeros meses del comienzo de los síntomas. Para diagnosticar PML es preciso demostrar la presencia del DNA de JCV en Líquido Cefalo Raquídeo o en la Biopsia de Cerebro. Mediante Resonancia Nuclear Magnética de Cerebro se pueden encontrar imágenes altamente sugestivas de esta entidad (6).
En algunos casos los síntomas remiten con la suspensión o disminución de la terapéutica inmunosupresora. Por otra parte, el advenimiento de la Terapia Antiretroviral de Gran Intensidad (HAART) en SIDA ha permitido prolongar la sobre vida de los enfermos con PML (7).
Por otra parte, los pacientes con SIDA pueden padecer un síndrome inflamatorio provocado por la reconstitución del sistema inmune (IRIS), que consiste en el incremento del daño provocado por eventos infecciosos. El desarrollo de IRIS en el contexto de PML puede resultar fatal en pacientes con SIDA (8,9).
REFERENCIAS
1. Padgett BL, Walker DL, Zu Rhein GM et al. (1971) “Cultivation of papova-like virus from human brain with progressive multifocal leucoencephalopathy.” Lancet. 1:1257-1260.
2. White FA, Ishaq M, Stoner GL, Frisque RJ (1992). “JC virus DNA is present in many human brain samples from patients without progressive multifocal leukoencephalopathy”. J. Virol. 66 (10): 5726-5734.
3. Ricciardiello L, Laghi L, Ramamirtham P. et al (2000). “JC virus DNA sequences are frequently present in the human upper and lower gastrointestinal tract”. Gastroenterology 119 (5): 1228-1235.
4. Wyen C, Hoffmann C, Schmeisser N, et al. (2004) Progressive multifocal leukoencephalopathy in patients on highly active antiretroviral therapy: survival and risk factors of death. J Acquir Immune Defic Syndr. 37:1263-1268.
5. Berger JR (2003). “Progressive multifocal leukoencephalopathy in acquired immunodeficiency syndrome: explaining the high incidence and disproportionate frequency of the illness relative to other immunosuppressive conditions”. J. Neurovirol. 9 Suppl 1: 38–41.
6. Koralnik IJ. (2006) Progressive multifocal leukoencephalopathy revisited: has the disease outgrown its name? Ann Neurol. 60:162-173.
7. Wyen C, Hoffmann C, Schmeisser N et al (2004) Progressive multifocal leukencephalopathy in patients on highly active antiretroviral therapy: survival and risk factors of death. Journal of Acquired Immune Deficiency Syndrome 37, 1263-1268.
8. Vendrely A, Bienvenu B, Gasnault J et al (2005). “Fulminant inflammatory leukoencephalopathy associated with HAART-induced immune restoration in AIDS-related progressive multifocal leukoencephalopathy”. Acta Neuropathol. 109 (4): 449–55. L eucoencefalopat í a Multifocal P rogresiva
9. Riedel DJ, Pardo CA, McArthur J, Nath A. Therapy insight: CNS manifestations of HIV-associated immune reconstitution inflammatory syndrome. Nat Clin Pract Neurol. 2006;2:557-565.
*capitulo extraído del libro: El Sistema Inmune: Genética, Biología Molecular, Clínica, Farmacología / Autores: Ricardo Antonio Giuliani y Eleno Martínez Aquino - 1a. Ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Eritroferon S.R.L., 2011.
ISBN 978-987-27121-0-5